Motivaciones para ahorrar
Vemos una alcancía, por lo general en forma de cochinito, y de inmediato nos viene a la mente la palabra ahorro. Cerramos los ojos y observamos ese niño que fuimos, o algún chiquillo de revista, echando monedas en tan lindo adorno. Un martillo servirá para, en nuestra imaginación, sacar el dinero que en ella acumulamos. ¿Qué haremos con ese dinero?
Para cada uno será diferente el destino que le dará a tan preciado tesoro:
Comprar dulces o algún otro objeto: Que en el momento de tener el dinero en la mano le llamó la atención. Ese niño actuaba como la gran mayoría de las personas hoy. Utilizan el dinero porque lo tienen. Por lo general no trazan un plan y cada centavo que le pongan a su disposición le buscarán un destino inmediato.
Guardarlo: Los más atacados por sus familiares y amiguitos. Les llaman tacaños. No podemos comprender cómo un niño tenga esos instintos. Quizá lo aprendió de alguno de sus padres o familiar preciado. Ya sea por el ejemplo de cómo hacerlo, o por sistema inverso; la frustración de verlos siempre con problemas financieros. Su futuro está trazado, no tendrá deudas innecesarias ni nunca le faltará dinero para hacerle frente a inconvenientes. Aunque para muchos no viva al nivel de lujos que la sociedad espera.
Comprar para regalar o para mostrar: Una buena forma de ser aceptados en una manada. Quizá una manera de ser idolatrado por los que quiere comandar o comanda. Es un modo de comprar voluntades. ¿Quizá su primer paso en la política? Desde que tenga posibilidad de endeudarse lo hará, así adelanta el futuro y lo ve como una inversión. La pregunta es si en verdad lo será o solo resultará un gran gasto.
Comprar algo para venderlo: El negociante en potencia. Ve la forma de multiplicar su dinero. Tiene un capital inicial, no lo quiere gastar, pero tampoco dejarlo guardado. Se le ocurren mil negocios… mente de emprendedor.
Si pasamos estos aprendizajes a la vida adulta podemos saber que ahorrar no es simplemente guardar. El capital acumulado tiene varios usos y podemos sacarle provecho. No pagar intereses por tener el dinero para adquirir algún objeto o servicio, como un viaje, es un objetivo del ahorro. Juntar dinero para iniciar un negocio, es otro. Tener patrimonio para cuando lo queramos usar, emergencia o lujo, es muy importante.
El ahorro nos debe evitar pagar intereses por usar el dinero de otros, nos ayuda a obtener lujos sin sufrimiento y nos pone en el mejor camino de emprender. Ahorra con y sin objetivos, pero no dejes de ahorrar porque eso sí sale caro.
Desde Asociación CIBAO, promovemos la educación financiera como base para decisiones inteligentes sobre el ahorro. Ya sea que busques tranquilidad, inversión o libertad, ahorrar siempre es parte del camino correcto.
Diego A. Sosa Sosa
Consultor, Conferencista y Escritor