A ver: ¿Al que posee suficiente dinero le llegan emergencias financieras? Una emergencia con respecto al dinero solo lo es cuando no tenemos con qué solucionarla.

La mentalidad de tener un fondo para cuando llegue una emergencia es contraproducente en muchos sentidos.

Paramos de ahorrar: Una vez llena la bolsa decidimos no seguir nuestro hábito de ahorro. ¿Hay suficiente para cubrir una emergencia? Se termina la acumulación de patrimonio financiero.

Nos acostumbramos a gastar sin prioridad: Cuando llegamos al monto pensado asignamos lo que guardábamos a algún gasto no tan prioritario como el de ahorrar para construir un mejor futuro. Futuro que llega en 3 meses, cuando necesitemos comprar algo prioritario y no tenemos suficiente dinero.

No nos enseña a invertir: Porque el fondo de emergencias tiene que estar líquido. No permitiendo así la gran oportunidad de hacer crecer nuestro dinero a través de opciones como los certificados financieros o cuentas de ahorro programado disponibles en instituciones como Asociación Cibao.

Produce una falsa sensación de seguridad: ¿Cuánto es necesario para imprevistos? Para cada uno es diferente, pero en cada situación es también diferente. ¿3 salarios? Muchos fondos de emergencia no llegan al 20% del ingreso de un mes.

Es una realidad que es mejor tener un fondo para emergencias que no tener absolutamente nada. A lo que me refiero es que necesitamos más que esa mentalidad de tan corto plazo. ¿Podemos guardar dinero para tener un fondo específico? Entonces podemos seguir ahorrando y construir un inicial para una vivienda, por ejemplo.

El potencial de construir una mayor calidad de vida es mucho más que un simple monto. Guardar de cada peso ganado, convertirlo en inversión y así tener un patrimonio financiero sólido que me cuidará de cualquier desbalance económico, construye un bienestar mucho más perenne que un monto guardado por miedo a que algo pasará.

Diego A. Sosa Sosa
Consultor, Conferencista y Escritor