Reinicia: la vida luego de una deuda mala

Todos, en algún momento de nuestra vida productiva, hemos tenido deudas. La deuda es un elemento integral de las finanzas personales.

Existen diversas razones por las cuales una persona se endeuda. Se puede asumir una deuda para emprender un proyecto empresarial, para consumo o simplemente para cubrir gastos. En estos últimos casos, se considera una deuda mala.

Las deudas no son malas por sí mismas. Lo que resulta perjudicial es no identificar con claridad el propósito del endeudamiento y no contar con un plan de pago definido.

El crédito es dinero de terceros, por lo cual tenemos la obligación de pagarlo. Independientemente de quién nos haya cedido el crédito, debemos honrarlo con responsabilidad.

Cuando se ha caído en morosidad o se ha entrado en una cuenta en estado legal, es importante entender que es posible reconstruir nuestra reputación financiera. A continuación, compartimos algunas recomendaciones que puedes tomar en cuenta cuando las puertas del crédito se han cerrado por un historial negativo.

¿Ya saldaste tus deudas? Toma este respiro

Si ya estás libre de deudas y necesitas un nuevo financiamiento, las instituciones financieras toman en cuenta el tiempo transcurrido desde que liquidaste tus compromisos pendientes. Lo recomendable es esperar entre 6 y 12 meses antes de solicitar un nuevo crédito. Este período permite demostrar estabilidad y hábitos financieros responsables. Recuerda: antes de endeudarte, analiza si realmente puedes asumir ese compromiso.

Recomendaciones para volver al crédito con buen pie

  • Planifica tu deuda: Define con anticipación el tipo de crédito que vas a solicitar, el objetivo, el monto y el plazo. Evita endeudarte por impulso.

  • Evita el crédito informal: Las deudas informales tienen un altísimo costo. Los intereses pueden oscilar entre un 240% y un 480% anual, lo cual es insostenible para cualquier presupuesto personal o familiar.

  • Ahorra mientras te recuperas: Durante el proceso de restaurar tu historial crediticio, aprovecha para crear un fondo de ahorro. Esta reserva te permitirá cubrir una parte del proyecto o necesidad futura sin depender totalmente de financiamiento externo.

  • Modera el uso de tarjetas de crédito: Recuerda que una tarjeta de crédito es un préstamo a corto plazo. Si no es imprescindible tener una, opta por manejarte únicamente con una tarjeta de débito. Esto te ayuda a controlar mejor tus gastos y a evitar caer nuevamente en sobreendeudamiento.

  • Reiniciar tu vida financiera es posible. Lo importante es asumir este nuevo ciclo con inteligencia, planificación y disciplina. Cada decisión cuenta para volver a construir tu bienestar económico.

Más noticias